Éxito rotundo en las visitas teatralizadas a Iranzu

El monasterio acogió a más de 600 personas y unos 1.800 interesados se quedaron fuera (Fuente: Diario de Noticias)

Un momento de la representación en Iranzu (Foto: Cedida a Diario de Noticias)
Un momento de la representación en Iranzu (Foto: Cedida a Diario de Noticias)

IRANZU - J. Azcona

Más de 600 personas han asistido este verano a las visitas guiadas al monasterio de Iranzu, un espectáculo teatralizado que ha recorrido los momentos clave de la historia del edificio desde su construcción en el siglo XI hasta hoy. La acogida fue “fantástica” según la gerente de la Asociación Turística Tierras de Iranzu-Irantzuko Lurrak, Charo Apesteguía, hasta el punto de que la organización no pudo hacer frente a la demanda que generaba. “Los visitantes han disfrutado muchísimo, pero calculamos que alrededor de 1.800 personas que llamaron interesándose por las sesiones no pudieron realizarlas”, afirmó Apesteguía.

Bajo el nombre de Irantzu, entre el valle y el cielo, arte, historia y anécdotas se mezclaron a lo largo de seis representaciones, en las que intervinieron 22 actores del grupo de teatro estellés Kilkarrak.

La trama hacía un recorrido que comenzaba con la fundación del monasterio y continuaba con la vida en la época medieval, las guerras carlistas, la desamortización de Mendizabal, la reconstrucción realizada por la institución Príncipe de Viana y la llegada de los padres Teatinos; todo ello acompañado de leyendas y aspectos de la vida cotidiana de la abadía. “Se hizo con mucho humor. Es otra forma de disfrutar del patrimonio”, explicó la gerente.

Este año destacó la creación de un nuevo guión con escenas relacionadas con la sal del manantial de Salinas de Oro y los antiguos oficios de la zona, como el de los carboneros. La gastronomía fue otro de los puntos fuertes de las visitas, ya que al final de cada función, Tierras de Iranzu ofreció a los participantes una degustación de flor de sal de Salinas de Oro con aceite de oliva virgen.


EL FUTURO DE LA VISITA

Las distintas novedades, unidas a la participación del monasterio en el concurso nacional al Mejor Rincón 2015 de la Guía Repsol, hicieron que la asistencia se notase más que en otras ediciones, y eso que, según Charo Apesteguía, el éxito se repite año tras año. Para 2016, la gerente aseguró que “nos gustaría hacer más representaciones, pero es difícil debido al coste que supone, a los problemas a la hora de encajar los distintos programas de Tierras de Iranzu y a la complicada disponibilidad de los 22 actores”.

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