Los monasterios navarros, una alternativa cultural y relajada

Son destinos que ofrecen silencio y tranquilidad, sin dejar de lado la historia y el patrimonio artístico - Permiten conocer este verano a las comunidades religiosas que los habitan y sus espectaculares conjuntos arquitectónicos. (Fuente: Diario de Navarra)

Monasterio de la Oliva (Foto: Archivo Diario de Navarra/Sesma)
Monasterio de la Oliva (Foto: Archivo Diario de Navarra/Sesma)

Los monasterios navarros son un destino alternativo para quienes busquen silencio y tranquilidad, sin dejar de lado la historia y el patrimonio artístico que concentran y que se puede conocer mediante visitas teatralizadas o escuchando canto gregoriano.
Los cenobios de Irantzu, Leyre, Tulebras, Fitero, Iratxe y de La Oliva permiten este verano conocer a las comunidades religiosas que los habitan, sus espectaculares conjuntos arquitectónicos, en algunos casos monumentos nacionales, así como disponer de alojamiento en sus hospederías.
El Monasterio de Irantzu, a los pies de la Sierra de Andia, que perteneció en origen a la Orden del Cister y ahora está ocupado por monjes Teatinos, ofrece visitas teatralizadas los días 17, 18, 24 y 25 de agosto, y 7 y 8 de septiembre.
La compañía de Teatro Kilkarrak y bajo el nombre "Irantzu entre el valle y el cielo", narra la historia de la abadía desde su fundación, mediante un espectáculo en el que intervienen una treintena de actores.
El recorrido comienza en la época medieval, continúa con las guerras carlistas y la desamortización de Mendizábal, y culmina con su reconstrucción por la Institución Príncipe de Viana, hasta la llegada de los padres Teatinos.
El monasterio de San Salvador de Leyre, por su parte, invita a escuchar el canto gregoriano, que a diario entonan los monjes, y a visitar las fuentes de las Vírgenes y de San Virila, en la que este santo, según la tradición, quedó extasiado 300 años escuchando a un ruiseñor.
En el Monasterio de la Oliva, en Carcastillo, se puede pasear por las diecisiete hectáreas de viñedo y conocer la bodega en la que elaboran vinos con el nombre del propio cenobio amparados por la Denominación de Origen Navarra.
En el monasterio de Fitero, el primer cenobio fundado por el Cister en la península ibérica y declarado monumento nacional en 1931, por su claustro renacentista y su impresionante iglesia abacial, un ejemplar único de la arquitectura de la Orden Trapense en España.
El de Tulebras es el primer cenobio femenino fundado en España por el Cister y cuenta con una iglesia del siglo XII y un museo con una interesante colección de arte sacro.
Muy próximo a Estella, se encuentra uno de los monasterios más importantes de Navarra, el de Iratxe, que ofrece una visita guiada para contemplar su monumental iglesia románica.

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