El valle de Yerri trajo de nuevo a Lácar la tercera guerra carlista

La batalla en el concejo de Lácar en febrero de 1875 regresó a los mismos escenarios de la mano de 200 personas. - En torno a 1.500 siguieron una de las apuestas del calendario cultural y turístico de Tierras de Iranzu. (Fuente: Diario de Navarra)

Momentos finales de la batalla de Lácar, cuando el ejército carlista se toma tras su victoria a los prisioneros liberales. (Foto: Arturo G.Rosquil/Montxo A.G.)
Momentos finales de la batalla de Lácar, cuando el ejército carlista se toma tras su victoria a los prisioneros liberales. (Foto: Arturo G.Rosquil/Montxo A.G.)

El esfuerzo colectivo tuvo el sábado su resultado en Lácar, el pequeño concejo de apenas 70 habitantes convertido en escaparate del valle de Yerri. Doscientas personas -pertenecientes a asociaciones vinculadas a la cultura en Tierra Estella y vecinos que participan a título particular- transformaron el pueblo en el escenario de una batalla de la tercera guerra carlista de gran repercusión mediática en su momento. El enfrentamiento entre dos ejércitos se libró al aire libre, en el centro del pueblo, en una teatralización que Tierras de Iranzu, la asociación que promueve el turismo en estos valles, aporta al calendario de eventos del mes de junio con el resultado que se vio el sábado. En unas 1.500 personas se estimó el número de espectadores que siguió la puesta en escena.

El guión seguido por actores del grupo de teatro Kilkarrak, extras y colectivos colaboradores recrea un episodio que aconteció en este mismo escenario el 3 de febrero de 1875. El ejército carlista atacó ese día por sorpresa al bando liberal que disfrutaba de una despreocupada sobremesa mientras la banda del regimiento Valencia interpretaba su repertorio. Intentaron resistir sin lograrlo y la lucha dejó tras de sí mil cadáveres. Aquel hecho histórico ha vertebrado muchas décadas después un programa en torno al carlismo y sus posibilidades como reclamo turístico.

(Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
Mujeres figurantes y otros intérpretes posan terminada la representación en la plaza del pueblo. Entre ellas, la exalcaldesa de Lezáun Carmen López Salanueva, Maritxu Zudaire Garraza en el papel de monja y la técnica de Tierras de Iranzu, Charo Apesteguía

CON DIRECCIÓN COMPARTIDA

La batalla se desarrolla bajo una dirección compartida. José María Tuduri Esnal, además de autor del texto, aporta su experiencia en el mundo del cine a un proyecto cuidado al detalle en música, vestuario, atmósfera y diálogos. Pedro Echávarri, veterano del teatro de Estella, se encargó del frente interpretativo, de la formación de actores y la creación de personajes en un reparto con protagonismo de su grupo, Kilkarrak, al que se sumaron también compañeros de Dicastillo. 

La organización de la batalla de Lácar ha tenido este año un doble reto porque a la desarrollada el sábado precedió hace dos semanas el desfile de tropas carlistas celebrado en el marco de las fiestas de la Virgen del Puy. Volcados en este evento desde los primeros días de mayo, lo dejaron listo para la puesta en escena tras el ensayo general del viernes por la tarde. "Ha sido mucho trabajo, mucho esfuerzo pero ha merecido la pena", señalaba al terminar Charo Apesteguía López, técnica de Tierras de Iranzu y coordinadora de la puesta en escena. Con la batalla como atractivo y Lácar lleno de visitantes, las empresas de la asociación mostraron su género artesano y hubo al final un sorteo de dos cestas con productos de la zona

Pedro Echávarri se refería a un montaje que ofrece espectáculo -con momentos amenos y divertidos que despertaron las risas del público- pero muestra también la crueldad de las contiendas. Lo decía el sábado el estellés Javier Hernández en su papel de periodista inglés testigo de la trama. "Mala cosa, la guerra". Y le secundaba la madre que recibe a su hijo herido al tiempo que mantiene una discusión sobre el sentido de lo que ocurre con el cura, don Fortunato. Con una larga trayectoria de proyectos, el de Lácar ha dejado en cada cita un buen sabor de boca a este corresponsable en la dirección intérprete también del cura don Fortunato. "De las experiencias que he tenido es la en la que más a gusto he trabajado. Todo el mundo ha estado muy dispuesto y con una actitud muy positiva", subrayaba Echávarri.

La que el sábado se representó supuso la cuarta edición de una iniciativa que se gestó en 2004 durante la celebración del día del valle. Aquellos inicios tímidos dieron un paso adelante cuando Tierras de Iranzu arropó al valle e institucionalizó este episodio con carácter bienal. El pueblo de Lácar juega un papel importante en un desarrollo que la asociación incorporará de nuevo a su oferta en 2014. 

Nuevos en el montaje, los ex danzaris Francisco Beruete actuaron en su antesala con una kalejira, la polka, la mazurca y el baile de la Balsa en su selección. También la charanga de Cirauqui que dirige Pedro Mañeru se sumó por primera vez y de sus instrumentos sonaron la tercera Marcha de la Baja Navarra o Marcha de Valcarlos, la polka de Sarriegui y Agur Xuberoa. En la historia que se relata en una hora irrumpen figurantes de generaciones distintas, desde los niños de la escuela que se mueven entre la alegría infantil y el temor por lo que ocurre a su alrededor hasta las mujeres que hacen sus labores o tienden la colada.

Los niños de la escuela caminan por las calles con su profesora y en presencia de Javier Hernández, que les observa en su papel de periodista inglés testigo de la contienda. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
Los niños de la escuela caminan por las calles con su profesora y en presencia de Javier Hernández, que les observa en su papel de periodista inglés testigo de la contienda. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)

La vida cotidiana de un pueblo sorprendido por el enfrentamiento

Entre las escenas de lucha se intercalan, con la presencia de figurantes, las de niños en la escuela, chicas jóvenes y mujeres en sus labores.

La historia que se recordó ayer forma parte de los relatos infantiles de vecinos de Lácar que ahora se vuelcan en su recreación. Lo contaba así Margarita Navarcorena Echarri, cuyo bisabuelo vivió de forma directa ese episodio. "Estaban comiendo en su casa y de niña mi abuelo me explicaba cómo había ocurrido", señalaba esta vecina que ayer cambió su indumentaria habitual por las ropas de las mujeres de su pueblo a finales del siglo XIX, prendas que forman parte del propio ajuar familiar. En su función de figurante, ella y otras compañeras se sumaron a las escenas mientras hacían labores o lavaban la ropa. Junto a ella, Begoña Larrión Martínez, Luisa Morrás Zazpe y Victoria Lezáun.

Como el grupo infantil que encarnó a los alumnos de la antigua escuela, adolescentes del valle se implicaron igualmente en la representación y adaptaron al detalle su vestuario al momento del relato. Entre ellas, las hermanas Andrea y Sandra Gallardo Ganuza, Irati Lezáun Irastorza, Ainhoa y Estitxu Lana Martínez, Lidia González Goñi, Ainhoa Urra Laita y Sandra Urra Urdiain.

No todo el mundo implicado en la organización formó parte de la escena. En el acceso al pueblo, el alcalde del valle de Yerri, Javier Carmona, distribuía folletos con información de la batalla y otros con aspectos de interés sobre la zona. "Estas cosas salen porque todo el mundo colabora de manera desinteresada, sería imposible sacarlo adelante de otra manera", explicaba el primer edil.

La batalla que da sentido al resto de actividades en torno al carlismo cede ahora el testigo a otros contenidos. El próximo fin de semana, el domingo 16, el interés se traslada a las calles de Abárzuza, donde tendrá lugar una visita teatralizada a estos escenarios y la muerte del general Concha. Será al mediodía y, cuando termine, se ha previsto una charla en el centro parroquial de la localidad sobre las revistas satíricas en el siglo XIX. Se cierra así un itinerario cultural y turístico protagonista de esta primavera.

Los jinetes de la hípica del Alto de Muro, encabezados por Juan Sánchez Guardamino, a la derecha de la imagen, intervinieron en distintas escenas de la batalla. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
Los jinetes de la hípica del Alto de Muro, encabezados por Juan Sánchez Guardamino, a la derecha de la imagen, intervinieron en distintas escenas de la batalla. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)

EN SU PAPEL

Dirección. Pedro Echávarri Vega y José Mª Tuduri Esnal.

Coordinación general. Charo Apesteguía López y Javier lana Lisarri.

Periodista inglés. Javier Hernández Sanchiz.

Cura. Pedro Echávarri Vega.

Monja de la caridad. Maritxu Zudaire Garraza.

Médico de la caridad. Pablo Larraz Andía.

Director de la banda. Carlos García Íñiguez.

Chiquillo Josico. Íñigo Urmeneta Apesteguía.

General Mendiri. Juan Sánchez-Guardamino Elorza.

Ayudante general Mendiri. Fernando Ripa Ajona.

Oficial carlista. Gonzalo Izaguirre Arnóstegui.

Brigadier Bargés, oficial liberal. Javier Martínez Eraso.

Cabo Furriel, liberal. Luis Urra Armañanzas.


Pedro, herido carlista. Gorka Barandiarán Lacunza.

Carlista 1. Carmelo Sanmartín Gil.

Zagallilla. Amaia Marcos Soto.

Mujer 1. María Arboniés Baquerín.

Mujer 2. Ana Villar Zabala.

Mujer 3. Carmen López Salanueva.

Otros intérpretes. Como figurantes, intervienen 45 soldados carlistas, otros tantos liberales y 40 vecinos que encarnan a personajes del pueblo, mujeres, niños y ancianos.

Grupos de teatro. Kilkarrak y el de Dicastillo.

Danzaris. Integrantes de la agrupación de ex danzaris Francisco Beruete.

Coral Camino de Santiago de Ayegui. Veinte personas dirigidas por José Mari Chasco.

Hípica Alto Muru. Juan Guardamino.

Charanga Galtzarra de Cirauqui. Treinta personas.

Otros músicos. Gaiteros Deierri. Toño Domblás y Jesús Urriza.


La charanga Galtzarra de Cirauqui interpretó a la anda del regimiento Valencia que irrumpe en estos momentos en la escena encabezada por Carlos García Íñiguez. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
La charanga Galtzarra de Cirauqui interpretó a la anda del regimiento Valencia que irrumpe en estos momentos en la escena encabezada por Carlos García Íñiguez. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
Pedro Echávarri Vega, en su papel del cura don Fortunato, corre hacia el lugar en el que luchan los dos ejércitos y han caído ya los primeros heridos. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)
Pedro Echávarri Vega, en su papel del cura don Fortunato, corre hacia el lugar en el que luchan los dos ejércitos y han caído ya los primeros heridos. (Foto: Arturo G. Rosquil/Montxo A.G.)

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