Tempestad en el patio de butacas

"Comedia repugnante de una madre" (Fuente: Diario de Navarra)

Obra: Comedia repugnante de una madre. Autor: Stanislaw Witkiewicz. Grupo: Kilkarrak. Director: Ángel Sagüés. Reparto: Lucía Echávarri, Pedro Irulegui, Natalia Lisarri, Raúl Urriza, Amparo Chasco, Jesús Castejón. Música en directo: La Rúa Jazz Quintet. Estreno en Pamplona: 14 y 15 de noviembre de 1992. Lleno absoluto en la Escuela Navarra de Teatro. Aplausos.

Kilkarrak extiende la tormenta interior al patio de butacas. (Foto: Toño)
Kilkarrak extiende la tormenta interior al patio de butacas. (Foto: Toño)

Julián Oria

Cuando un grupo de teatro aficionado da un paso adelante, se abren abismos en todos los frentes, incluso en el de un pasado que deja de ser referencia. Kilkarrak acaba de estrenar un montaje comprometido y difícil, amparado en la mano diestra de un Ángel Sagüés que conoce en sus carnes los rigores del teatro de Stanislaw Witkiewicz.

Kilkarrak y, sobre todo, Sagüés, han superado con dignidad este reto. "Comedia repugnante..." es un difícil texto que narra la tempestuosa relación del autor polaco con su madre, una autobiografía que va del escenario al patio de butacas, de la palabra a la música.

Al igual que en "Ubú, rey", se parte de un grito que marcará surrealismos y absurdos: ¡¡Mierda!! Después vendrá un primer acto en el que los actores se van creciendo conforme se meten en su mundo. Una galería de personajes da mayor brillantez al segundo acto, a la par que descarga de responsabilidad a los protagonistas.

Cercano como está al teatro de calle desde hace tiempo, Ángel Sagüés ha disfrutado con la distribución de actores en el patio de butacas. De allí surgen y allí implican a un espectador al que le quieren convencer de la atemporalidad de esta relación que estalla en el callejón del alcohol o la cocaína.

Kilkarrak propone una tormenta interior que debe extenderse a tempestad. La apuesta es fuerte, ha combinado profundidad y divertimento y merece consolidarse, para demostrar que todavía es posible dar pasos adelante, sean éstos humildes o ambiciosos.

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