El Taller de Teatro Kilkarrak, creado en 1982, ha decidido desvincularse de Almudí, para pasar a ser una asociación cultural independiente. Ayer los presidentes de la compañía y del Patronato del Colectivo Cutural firmaron un convenio por el que el Ayuntamiento se compromete a ceder locales al grupo y éste a realizar sus estrenos en la ciudad.

A. Araiz, Estella

Los presidentes del Taller de Teatro Kilkarrak y del Patronato del Colectivo Cultural Almudí, Pedro Echávarri y José Luis Castejón, respectivamente, firmaron un convenio de tres años de duración por el que ambas partes apoyarán el desarrollo del teatro en la ciudad, para lo que se prestarán las ayudas que sean convenientes.

En ese documento Almudí expresa formalmente el agradecimiento de la ciudad a Kilkarrak "por el esfuerzo y éxitos conseguidos en orden a la promoción del teatro en Estella". El grado de desarrollo y expansión obtenidos hasta ahora, se apunta, han posibilitado que el taller de teatro pueda disponer de una autonomía completa, con desvinculación del patronato y del régimen que regula el mismo.

El Patronato reconoce la independencia del grupo y, no obstante, facilitará una dependencia pública, posiblemente en la casa de cultura Fray Diego, como hasta ahora, para que sirva de almacén de todo el material que esté destinado al Taller de Teatro.

Para los ensayos y las puestas en escena, el Patronato facilitará un local a Kilkarrak, que en un primer momento será el salón de actos del colegio público comarcal Remontival y más adelante, la rehabilitada capilla del Hospital Viejo.

El material que utiliza Kilkarrak, que es propiedad del Patronato, se destinará a la actividad del Taller de Teatro u otras de índole cultural. El manejo y montaje del mismo lo efectuará el personal adscrito al Taller de Teatro, que será remunerado en la forma y cuantía que establezca el patronato. Los gastos de mantenimiento, según establece el convenio, serán sufragados a proporciones iguales por ambas partes, si bien Kilkarrak pasará liquidación de gastos al Patronato, para su pago en el plazo de tres meses.

Kilkarrak, por su parte, se compromete a colaborar en las programaciones culturales que organice Almudí, aportando datos y documentación de posibles grupos y, si fuera preciso, estableciendo toma de contacto con ellos. También harán el estreno de sus obras en Estella, con las actuaciones que esto conlleve. El Patronato dispondrá de tres representaciones para realizar fuera de Estella, pagando el cachet del grupo y otras dos en la ciudad, pagando el 50% de esa tasa.

Las actuaciones se contratarán con un mes de antelación y en el caso de que le fuera imposible a Kilkarrak llevar a cabo alguna de ellas, deberá encontrar otro grupo que le supla. En la publicidad impresa que realice Kilkarrak para sus espectáculos aparecerá, igualmente, el Ayuntamiento de Estella como colaborador.

Diez años en escena

Kilkarrak, que nació en 1982 al amparo del colectivo cultural Almudí, se ha constituido ahora en una asociación cultural que dependerá de los ingresos que le reporten sus actuaciones y de las ayudas del Gobierno foral. Como presidente está Pedro Echávarri, uno de sus fundadores y en la junta directiva se encuentran Emi Ecay como secretaria, Natalia Lisarri como tesorera y como vocales: Sergio Casi (mantenimiento del equipo técnico), Pedro Irulegui (archivo y documentación), Lucía Echávarri (vestuario), Andrés Santamaría (decorados) y Ricardo Galdeano (local).

Los quince componentes de la nueva asociación llevaban varios años pensando en dar este paso, "ya que el grupo ha alcanzado ya una gran madurez. Con la nueva situación se puede plantear unas aspiraciones teatrales con más profesionalidad", afirma Pedro Echávarri. En abril comenzarán con los ensayos de "Comedia repugnante de una madre" del pintor e intelectual polaco Stanislaw Witkiewicz, que dirigirá Ángel Sagüés.